Los frenos metálicos son aparatos ortodónticos que utilizan soportes y arcos de metal para ejercer una presión suave sobre los dientes. Con el tiempo, esta presión va ajustando las posiciones de los dientes. Los frenos metálicos funcionan para una variedad de problemas de ortodoncia, incluidos problemas complejos como maloclusión (mordidas cruzadas entre maxilar superior e inferior) o dientes protuberantes. Incluso, podemos usar aparatos metálicos para corregir múltiples problemas a la vez. Los aparatos ortodónticos se usan entre uno y tres años, ya que con situaciones difíciles de realineación estos tratamientos requieren de tiempos de tratamiento más prolongados.

¿Qué hay que esperar al usar frenos metálicos?

Los frenos metálicos van a requerir que usted haga cambios importantes en su dieta. Por ejemplo, usted deberá mantenerse alejado de los alimentos pegajosos o masticables, como los dulces chiclosos, la goma de mascar y las gomitas; también, evite los alimentos crujientes y duros que pueden dañar sus aparatos de ortodoncia, como son los cacahuates, los caramelos duros, las manzanas o los elotes en mazorca.

Es de vital importancia, que se cepille los dientes y que use hilo dental después de cada comida, ya que los arcos y soportes de los brackets pueden atrapar partículas de comida que causarán descomposición (y consecuentemente, caries) si no se remueven a tiempo.

La mayoría de los pacientes necesitan vernos cada cuatro o seis semanas para que podamos ajustar sus aparatos bucales y monitorear su progreso.

Es importante mencionar que una vez que a usted le quiten los frenos, deberá usar un retenedor para ayudar a que sus dientes se mantengan en sus nuevas posiciones.